jueves, 3 de septiembre de 2009

El Imperialismo: un análisis de la sociedad capitalista de los siglos XIX y XX




Historia económica mundial contemporánea De la Revolución Industrial a la globalización neoliberal. Capitulo VII: "El Imperialismo: un análisis de la sociedad capitalista de los siglos XIX y XX" , Elena V. Marcaida (compiladora). Dialektik Editora, Buenos Aires, 2007.



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Introducción al tema


El imperialismo se origina en el siglo XIX y continúa durante el siglo XX. Entre las potencias europeas que iniciaron este proceso Gran Bretaña y Francia eran las más importantes, después estaban Alemania, los Países Bajos, Rusia, Holanda, Portugal, España y más adelante se agregan Estados Unidos y Japón.
Este proceso comenzó a implementarse en la década de 1890 y consistía en la ocupación militar de territorios extranjeros subdesarrollados. Estas ocupaciones terminaban en saqueos, robos y explotación de la mano de obra nativa. La conquista se daba principalmente en el continente africano y en el sudeste asiático.


"El imperialismo es el esfuerzo de los grandes dueños de la industria para facilitar la salida de su excedente de riqueza, buscando vender o colocar en el extranjero las mercancías o los capitales que el mercado interior no puede absorber.
No es el crecimiento industrial el que anhela la apertura de nuevos mercados y de nuevas regiones parca invertir, sino la deficiente distribución del poder adquisitivo la que impide la absorción de mercancías y capital dentro del país.
El imperialismo es el fruto de esa falso política económica, y el remedio es la reforma social"



J. Hobson, "El Imperialismo", 1902.


La expansión, es iniciada por países europeos, entre ellos, Gran Bretaña y Francia eran las más importantes, después estaban Alemania (aunque entró tarde), Italia, los Países Bajos, Bélgica, Rusia, Holanda, Portugal, España y se agregan Estados Unidos y Japón.
Existía una dominación y un control económico de los países centrales sobre los no desarrollados. Como es el caso de la dependencia económica de América Latina sobre los países industrializados, incluso los países independientes limitados políticamente.
Las ocupaciones aumentaron a partir del año 1883. Sin embargo, estas posesiones no eran representativas para las potencias entre sí. Por lo tanto, en 1984 en Fieldhouse se realizó el Congreso de Berlín por el cuál se repartieron las tierras entre los Estados imperiales.
Esto produjo, mayor comunicación, comercio global, transporte de personas y capitales conectando a las potencias con los países subdesarrollados.

La sociedad y el clima ideológico de la época


La llamada “era del imperio” abarcó desde 1870 a1914 y fue la etapa anterior a la Primera Guerra Mundial (1914). Fue considerada una época de progreso técnico, relativa estabilidad social y política. La burguesía era la más beneficiada, mientras la clase trabajadora padecía el hambre y la pobreza.En la década de 1870en Europa había surgido un nuevo oponente, los obreros industriales. Aunque en la primera etapa de desarrollo industrial no faltaba trabajo la pobreza de las masas trabajadoras era normal. A pesar de esto en ciertas regiones la situación fue mejorando en forma desigual dependiendo de la rama de la industria. Luego de la crisis de 1873 y del alza de los salarios reales, esto logro revertirse y por lo que la diferencia entre los ingresos de los trabajadores y la clase alta crecía.Desde el punto de vista de las ideas, liberalismo y el utilitarismo (que se basaba en el mayor bien para el mayor número) por parte de la economía capitalista conducida por la clase burguesa, condujeron a la conquista del mundo por parte de las potencias sobre los países no industrializados. Políticamente en el s. XIX es cuando la doctrina liberal alcanzó su máximo prestigio, sin embargo, se encontró tanto con los embates del conservadurismo como con las críticas del marxismo del orden social, por la irremediable pobreza. En la década del 80 se puede ver en el declive parlamentario que el liberalismo pretendía reducir lo más posible la participación del Estado.Además del liberalismo al comienzo, estaba el nacionalismo. La idea nacionalista estaba relacionada con la política de fuerza en la formación de nuevos estados nacionales. Esto fortaleció la idea de que los grandes estados a través de la “voluntad del poder” debían por su superioridad dominar a los denominados “pueblos inferiores”.Según Jacob Burckhardt la idea nacionalista se basaba en que la existencia de un pequeño estado ya no bastaba, este debía formar parte de un estado mayor, desafiando a los que no pertenecieran a este. Había ser una potencia ultramarina, esto le otorgaba un status político sobre los estado que no poseían colonias.


En relación a estas ideologías podemos destacar el pensamiento racista de superioridad de unos sobre otros. Rudyard Kipling habla de la “responsabilidad del hombre blanco” que Mommsen denominó como seudo-humanitaria. Las civilizaciones avanzadas, por pertenecer a estas debían civilizar a los países no industrializados y transmitirles su progreso,”el deber superior de la civilización”.Justificándolo con la teoría de Charles Darwin sobre la supervivencia de los más aptos, al conquistar a los menos aptos, Darwinismo Social, Herbert Spencer (por adaptarlo de los seres vivos a los humanos). En la etapa conocida como “la paz armada” se podía ver la meta nacionalista de convertirse en una gran potencia antes de la Primera Guerra Mundial.La adquisición de las colonias cobraba sentido como el nuevo equilibrio de las fuerzas internacionales, además de que a su vez se aseguraban de conseguir materias primas en esa época de tensión entre las naciones. Esta tensión se mantuvo asta el comienzo del siglo XX, hasta explotar en la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial).Según Fidelhouse el imperialismo se puede definir como “un proceso preventivo avalado por el creciente nacionalismo de las masas europeas”.


Otra idea es que el imperialismo es la consecuencia de la estructura anarquíca de las relaciones internacionales, lo que lleva a la “ley de la fuerza”, lo que implica explotación económica y conquista territorial, sobre el dominado. También se encuentra la teoría del Estado-Potencia de Paul Rohnbach y Max Weber y la Corriente Federalista de Luigi Einaudi y Ernesto Rossi. Para quienes debía haber una entidad mayor al estado que unifique a las distintas potencias y que las controle su independencia. Cecil planteo que el imperialismo era una salida del conflicto social que evitaría conflictos internos en Europa como guerras civiles. Aunque el anexar territorios al contrario de lo esperado favoreció más a los sectores medios, al acceder a cargos burocráticos coloniales.Entre 1890 y1914 buscó viejas colonias como Estados Unidos o países dominados informalmente como el caso de Argentina. En lugar de reformas o mejores salarios el imperialismo solo ofreció la “gloria” de pertenecer a una potencia, la cual supuestamente saltaba las diferencias sociales daba la idea de pertenencia todos.A pesar de las distintas ideas que se expusieron en esta época podemos decir que el imperialismo fue sobre todo una preparación para el escenario de la Gran Guerra compitiendo en la conquista territorial, la carrera armamentista y la formación de un estado más sólido.----------------Fidelhouse, Historia económica mundial contemporánea. Elena V. Marcaida (compiladora). El imperialismo: un análisis de la sociedad capitalista de los siglos XIX y XX, pág. 125----------------


El sistema capitalista de fines del siglo XIX y las interpretaciones económicas del imperialismo.



Al crearse nuevas ramas de la industrialización como la química y eléctrica en los finales del siglo XIX, el mundo capitalista aumento su proporción en notables medidas. Con la ampliación de la oferta mundial, también se crearon los transportes que acortaron distancias y abarataban costos de fletes. Como consecuencia se amplió la competencia y los precios de los bienes comerciales bajaron estrepitosamente .Se la llamó por sus contemporáneos como una “gran depresión”. Los Estados de Europa, impusieron medidas proteccionistas que aseguraban el mercado interno. Estas medidas fueron evocadas como responsables del avance imperialista por todo el mundo. El imperialismo tuvo como motivos económicos el abrir nuevos mercados para parar el estancamiento de las economías nacionales.A través de los años, varios autores como pueden ser Max Weber, Rosa Luxemburgo, Rudolf Hilferding y Vladimir Ilich Lenin; buscaron explicar este proceso de imperialismo. Weber, dijo que la burguesía inevitablemente tiende a expandirse pacíficamente sobre otros pueblos y luego, dominar su tierra.Otros como Hilferding, establecieron una teoría del subconsumo, que identificaba a la causa del proceso imperialista como una acumulación de capitales de los empresarios, los cuales no tenían ningún sentido invertir internamente pero si en otras regiones. Estos empresarios, con el crecimiento de movimientos nacionalistas y chauvinistas, sofocaron a las clases dirigentes para su intervención.Kart Kaustky, consideraba al imperialismo como una simple política del capitalismo. Planteaba que por medio de una reforma social, tal como divulgó Hobson, integrar a todas las naciones al mercado interno y a acabar con las competencias internaciones. Otros autores, como Schumpeter, definen al imperialismo como un resto que dejó el feudalismo en la sociedad y que por definición, contraria a la democracia y al capitalismo.Por su parte, el marxismo insistió en mostrar contradicciones en el sistema capitalista y en definir al imperialismo como un mecanismo para resolver un ciclo descendente. Hilferding mostró un acumulamiento del capital a finales del siglo XIX, que denominó monopolista y que no da lugar a una competencia perfecta. Un gran aporte de él fue la de el capital financiero ( fusión capital bancario e industrial)Rosa Luxemburgo explicó que si hay un mundo no capitalista, el mundo sí capitalista se vuelve beneficiado.Entre los pensadores marxistas podemos destacar a Lenin, quien expandió la hipótesis de que quienes controlan las finanzas monopolistas se ven obligados a explotar el mercado mundial, “chocando” contra otras potencias monopolizadoras.



Supone que cuando todas las tierras serán anexadas, pacíficamente o políticamente, no habrá más remedio que ir a la guerra. Entre otras teorías marxistas, podemos encontrar al imperialismo como el cáncer del capitalismo que lo condenaba a su fin. Hobsbawn, enfatizó como conclusión al tema, que toda teoría sobre el imperialismo que no se apoye en la economía principalmente no puede ser sostenida; y que las teorías no marxistas no aceptaban al imperialismo como “compañero” del capitalismo. A conclusión de lo atribuido por Hobsbawn, teóricos marxistas han señalado que es la misma lógica del capitalismo la que necesita de un exterior para evolucionar y vivir.


El proceso de descolonización, ¿el fin del imperialismo?


El modelo a seguir por países dependientes fue el de la “occidentalización”, sinónimo de modernización y desarrollo, donde la industrialización no estaba en los planes del mundo “desarrollado”, por lo tanto estos se encargaban de bienes industriales e inversiones, pero los “subdesarrollados”, estaba limitados al rol del proveedor de productos primarios. Sobre todo en la crisis del 1930 y en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en el cual se alentarán los movimientos antiimperialistas y anticolonialistas preexistentes. Hobsbawn señala que el impulso de los países económicamente débiles, quiso compensar esta inferioridad frente a sus rivales, por el cual parece razonable en el caso italiano, español y francés, dada su inferioridad demográfica y militar frente a Alemania y los británicos. Para otros estados más fuertes, la adquisición de colonias no fue relevante, pero fue indudable el peso de esas colonias formales e informales, como para Gran Bretaña, cuando su economía se relacionó con una estructura productiva de base industrial y dependiente de insumos y alimentos importados. Solo la mitad del capital británico llegaba a colonias y dominio industriales, y una pequeña proporción se invertía en nuevos materiales. Pero más claras se reflejan los cambios en regiones bajo el dominio europeo, norteamericano y japonés, ya que del punto de vista económico, se encargaron de la apropiación de sus recursos y la utilización de su mano de obra para la explotación. También se transformaron ideas y aspiraciones de individuos, de una minoría nativa occidental. Otro aspecto, fue el impacto de la cultura occidental, la cual tuvo que ver con la religión, estilo de vida de los nativos. Políticamente, los lazos de dominación entre la metrópolis y las colonias se rompieron con el fin de la Segunda Guerra Mundial. Luego se llevó a un proceso de descolonización, mientras las sociedades occidentales se asistían a la reconstrucción de posguerra y al avance de la democracia. Las colonias británicas adoptaron la vía pacífica aunque la metrópoli logró mantener mecanismos de control por la debilidad económica de nuevos países orientales; para las colonias francesas no más hubo posibilidad que las duras guerras de liberación. Jean Paul Sartre dice: “El proceso está en marcha y lo único que pueden hacer nuestros mercenarios es retrasar el fin”, el cual habla de movimientos autónomos durante la descolonización entendiéndolos como respuesta al proceso imperialista precedente señalando la inversión de fuerzas. Los países del tercer Mundo conformaron el Movimiento de Países No Alineados, que incluyó a América Latina. En guerra fría, se mostraba la división entre el bloque capitalista y comunista, además de la exhibición de desigualdades en la distribución de la riqueza entre países del Tercer Mundo. Entre estos hubo conflictos que se expresaron mediante guerras. Paul Baran y Paul Sweezy, dicen que la única alternativa de salir del dominio de este sistema, sería salir del sistema capitalista mediante la guerra revolucionaria y conformar sociedades y economías socialistas. También existió la Teoría de la Dependencia, donde los países subdesarrollados se encontraban en una condición de debilidad frente a países industrializados. Esta descolonización, donde se expande la etapa capitalista, se la conoció como “años dorados”. Dentro de los aspectos más destacados, como señala Hobsbawn, están la actuación de compañías trasnacionales, la división internacional del trabajo y el surgimiento de actividades off-shore extraterritoriales en paraísos fiscales. Así el Estado abandonó sus funciones de bienestar y fue necesario un nuevo acuerdo entre capital y trabajo.


¿Imperialismo o Imperio? Un debate actual


El imperialismo parece haberse transformado debido al proceso de descolonización, consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Los países emergentes, periféricos o en vías de desarrollo, siguen aún estando conectados con los grandes centros de poder económico pero no están en su misma categoría. Los países centrales tienen mayor poder económico que los países en vías de desarrollo, claro está. A esta conexión debemos enlazar también la idea de globalización, impulsada por las grandes potencias, que poseen un control ideológico y cultural sobre los demás países del mundo.Esta hipótesis de que el Imperialismo pasó a ser Imperio ha sido explicada por el filósofo Toni Negri y su discípulo Michael Hardt, en su libro “Imperio” (del año 2002). Para estos autores, el Imperialismo del siglo XIX se terminó con la segunda posguerra. De ahí en adelante, aparece el Imperio. Ahora bien, ¿qué significa que aparece el Imperio?, esto quiere decir que se descentraliza el poder político y militar, dando lugar a un imperio sin exterioridad. Primeramente, tenemos que explicar el punto de vista de Negri y su discípulo Hardt sobre los años dorados y el papel de los Estados-nación en esta época. En cuanto a la inversión productiva están de acuerdo con distintos autores en que hay 3 pilares fundamentales para mantener su predominio:



  • La organización impulsada por Taylor




  • El régimen salarial de Ford




  • El keynesianismo, que cumple el papel de hacer la regulación macroeconómica de la sociedad.

Se refieren a la sociedad actual como una sociedad fabril con una sociedad disciplinada, junto con un tipo de producción, también disciplinada. Esta idea de la sociedad se mantiene vigente en el mundo (con diferencias entre las potencias y demás países de menor categoría) hasta la crisis del año 1970. El Estado social a partir de 1970 toma el modelo del New Deal y lo emplea. Es así como en cuanto a lo político, esta acción se nota en la hegemonía de los Estados Unidos a través de su poder militar frente al mundo y económicamente hablando, en la importancia que va a tomar el dólar (Bretton Woods). La supremacía del dólar se va desarrollando junto con el proceso de descentralización de los flujos y lugares de producción, y es así como las empresas transnacionales empiezan a tornarse en el motor fundamental de las economías de países como Gran Bretaña, Francia o Estados Unidos. Las riquezas circulan por todo el globo pero siempre tienen como base a los Estados Unidos, que actuaba como coordinador de las operaciones de las grandes empresas transnacionales. Este es el momento en el cual, según los autores, se crea un nuevo orden global. En ese momento, el sistema debería ser capaz de controlar las movidas de las masas y su resistencia ante el poder, que habían ser favorecidas con grandes salarios debido al sistema de Ford. Es así como “algo viviente se levanta contra el Imperio, un contra-poder, es inscripto en la carne de la multitud” (Negri-Hardt 2002; 229). El nuevo sistema global a partir se crea según el predominio de la inversión financiera y la necesidad del capital de poder moverse libremente. Para Negri dejan de existir los contornos nacionales y las fronteras internacionales. Los países tercermundistas ingresan en el Primer Mundo con el status de “barrio pobre” y viceversa a través de las grandes compañías y bancos. No existe la división entre interior y exterior. En el nuevo sistema global cada vez son más importantes las riquezas sociales acumuladas y el trabajo, no siempre el capital o las inversiones financieras. Luego de que el trabajo de estos dos autores sea publicado, surgieron figuras que los apoyaban y figuras que no. Entre las que están a favor podemos encontrar a Etienne Balibarm, Saskia Sassen, Frederic Jameson y Slavoj Zizek; en contra están Francois Chesnais, Charle André Urdy y James Petras. En la argentina, en los sectores de izquierda, también se realizaron críticas al trabajo de Negri y Hardt. Coinciden en la idea de los autores en que el poder del Estado-nación frente a los grandes poderes internacionales disminuyó. Pero no están de acuerdo con los siguientes temas:


  • El estado totalmente definitivo del Imperio. Muchos autores rechazan totalmente la posición determinista que estas conclusiones implican, con el motivo de que para ellos, las sociedades capitalistas y sus regularidades o métodos son el resultado casual de los antagonismos sociales (Kohan, 2002).
  • También no están de acuerdo en que Negri haya cambiado su ideología política, ya que Negri fue un antiguo militante marxista y ahora se da a conocer como un defensor de la globalización que nos afecta hoy en día.

  • La negación del liderazgo de una nación en tanto el Imperio se crea en una red sin posiciones determinadas, y a la que nadie controla para su propio beneficio. Lo que sí hacen las distintas organizaciones nacionales y supranacionales. Por el contrario, un aparato descentrado no se condice con las acciones de potencias como Estados Unidos, sobre todo después de la caída de la URSS. Un claro ejemplo es la Guerra del Golfo, Kosovo o los problemas actuales con los musulmanes.

  • La idea del postimperialismo de que la impugnación del sistema territorial en el que hoy se basa la supremacía del capital, hace a la idea de que ninguna nación tiene hegemonía, y por lo tanto, según Negri y Hardt, uno puede comparar a una potencia como Estados Unidos con Brasil y la India, cuando en realidad uno nada más puede comparar estos estados si se dejan de lados las relaciones de poder a nivel internacional, donde ganarían los Estados Unidos seguramente.
  • El carácter ilusorio de las disputas revolucionarias del s. XIX, idea refutada a partir del hecho de que éstas mismas llevaron a una contraofensiva del capital para el control de los rebeldes (Borón, 2006).
  • La desaparición de las clases sociales y del individuo en sí. Según los autores, el contra-poder no reposa en ningún individuo ni acción que tomen las masas populares. Esto es inútil ya que un claro ejemplo del contra-poder que sí reposa en las masas populares lo tenemos en nuestro país en el año 2001. Otro ejemplo de que no se puede negar la insurrección interna lo tuvo Indonesia en 1999 con el derrocamiento de Suharto.

En fin, todas las ideas planteadas aquí remiten a rechazar la idea de que el capitalismos es una superficie plana, uniforme y homogénea. A diferencia de lo planteado por Negri y Hardt, todavía hoy existen las grandes potencias dominadoras y países dominados en este mundo de régimen capitalista. El imperialismo nos mostró cómo fue capaz de adaptarse durante más de un siglo, sea cual fuere la ideología que domine al mundo, un lugar donde las luchas de las masas populares todavía existen.